




La pieza de Taleen Dersdepanian nos permite abordar lo erótico desde lo profundo y lo grotesco del cuerpo humano femenino. Es una invitación a experimentar el mundo íntimo de las mujeres, ese universo poco explorado del que pocos se atreven a hablar y que está lleno de prejuicios y tabúes.
En la instalación titulada Para la yo niña/ Para mi, Para la yo vieja/ Para la yo y la ella/ Para la esa/ Para la zorra/ Para la santa/ Para ella/ Para él/ella/ Para mis amigas/ Para tus amigas/ Para la mamá/ Para la abuela/ Para la que sabe/ Para la que no sabe/ encontramos un tendedero que funciona como guía para recorrer un camino en el que hay sábanas de color cuarzo rosa. Es importante mencionar el color ya que antropológicamente está vinculado a rituales de amor y feminidad.
Sobre estas sábanas, cuelgan, sujetadas por pinzas rosas, calzones, medias, sostenes y telas en las que aparecen abstracciones de objetos orgánicos que remiten a la anatomía sexual femenina. Estas impresiones fotográficas en tela junto con la atmósfera que acompaña la instalación, enfrentan a los espectadores con la naturaleza de los genitales femeninos, sus texturas, colores, olores e incluso sonidos. En este sentido la pieza funciona como ejercicio de autoexploración de la artista, el cual ha decidido compartir con nosotros para intimidar a los espectadores con la esperanza de hacerlos reflexionar y normalizar el diálogar sobre el tema.