El apoyo de la iniciativa privada hacia las instituciones culturales es un tema tan antiguo como el mecenazgo mismo de la época del Renacimiento.
Es una realidad que tanto en México como en otros países, las instituciones culturales carecen de fuentes de financiamiento y es ahí donde ocurre el punto de encuentro entre la necesidad de obtener recursos de lado de los museos y la vía para ganar notoriedad y diferenciación por parte de las marcas.
En la actualidad existen numerosos ejemplos de cómo particularmente las marcas apoyan a través de diversos patrocinios a los museos para hacer posible sus exposiciones y oferta cultural. Por ejemplo, en México hace unos años tuvimos oportunidad de vivir de cerca las estructuras monumentales del gran artista originario de Países Bajos, Theo Jansen, la cual fue posible gracias al apoyo de Fundación Telefónica, quien sin duda obtuvo reconocimiento en un país donde Telefónica como marca no es líder en el mercado de telecomunicaciones.
La vinculación entre moda y arte nos provee de más casos de exposiciones que involucran no solo el apoyo de marcas sino el contenido mismo, como lo fue la exposición a la cual tuve el gusto de asistir a finales del 2022 en el Museo Thyssen en Madrid, con motivo del 50º aniversario de la muerte de Picasso en colaboración con la icónica marca Chanel. En dicha exposición se expusieron decenas de vestidos Chanel en “dupla” con pinturas de Picasso, haciendo evidente no solo la gran amistad sino la colaboración artística presente entre ambos creadores.
En México de igual forma también hemos vivido la experiencia museística asociada a las marcas de lujo y moda, como fue la exposición "Cristóbal Balenciaga: el discreto esplendor de la Alta Costura" en el Museo de Arte Moderno, en donde los vestidos, bolsos y demás prendas del gran modisto de alta costura, fueron la esencia de la experiencia.
Ambas muestras son ejemplos de cómo las marcas se incorporan incluso dentro de la oferta de los museos y se vuelven el eje primario de los contenidos y experiencia de las mismas.
Sin duda, el que una marca sea cual sea, esté presente dentro de una reconocida institución cultural, añade valor a su posicionamiento e imagen, ya que la credibilidad generada a partir de la validación de estos espacios es cuantiosa, por lo que toda inversión vale el retorno generado.
Desde un punto de vista quizá menos evidente, existen marcas que igualmente se benefician de estar presentes dentro de los museos y de ser expuestas como parte de la curaduría y de las obras de arte que conforman alguna exposición, como es el reciente caso de “Motion. Autos, Art, Architecture”, exposición curada por el mismo Norma Foster en el Museo Guggenheim de Bilbao. En la muestra pudimos apreciar obras de arte cuyo motivo central eran autos de marcas reconocibles como: Ferrari, Mercedes Benz, Bugatti, Ford, GM y otras.
Si continuamos hablando de ejemplos donde la marca es en sí misma parte intrínseca de la exposición, no podemos dejar de mencionar “Oroxxo” de Gabriel Orozco en la reconocida galería mexicana Kurimanzutto, en la cual el reconocido y cotizado artista expuso dentro de la galería la réplica exacta de una tienda de conveniencia de la famosa cadena “Oxxo”, en donde podías incluso comprar productos con sus billetes, los cuales (tanto productos como billetes) eran igualmente obras al haber sido intervenidos por el artista.
Por último me gustaría hacer mención del fenómeno que ocurre en las imprescindibles tiendas de los museos, cuando el museo en sí mismo se convierte en una marca aspiracional de la cual todos sus asistentes quieren llevarse algún producto brandeado con la marca del museo, ¿quién no ha caído en la tentación de consumir en la tienda del MOMA en Nueva York, el Museo del Prado en Madrid o incluso en el Museo Jumex en la CDMX donde podemos adquirir piezas pequeñas de Jeff Koons con nuestra bolsa de marca del museo?
La presencia de una marca dentro de un museo no es fortuita, existe toda una estrategia de carácter artístico pero también comercial de trasfondo, en Mercarte hemos tenido oportunidad también de llevar a las marcas al espacio museístico como lo fue la exposición que realizamos hace unos años en el Museo Soumaya para la reconocida marca Nivea.
Autora: Cecilia Bernal
Fundadora y CEO Mercarte
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